EN QUE ÉPOCA FUE FABRICADA POR PRIMERA VEZ LA LAVADORA



En 1908 apareció, por primera vez, una lavadora eléctrica, inventada por Alva Fisher y fabricada en Chicago. Era una máquina cilíndrica, con una tina galvanizada y un motor eléctrico.

La Compañía Maytag, que en un principio fabricaba maquinaria agrícola, se dedicó exclusivamente a la fabricación de lavadoras y en 1919, fabricó la primera lavadora de aluminio y, dos años después, Howard Snyder inventó un sistema para impulsar el agua a través de la ropa mediante un agitador, en vez de arrastrar a la ropa a través del agua. Este sistema es el que comúnmente se utiliza.
A mediados de los años treinta, John Chamberlain diseño una máquina que lavaba, enjuagaba y exprimía la ropa en una sola operación, lo cual significó una de las más significativas mejoras en la fabricación de lavadoras. 
La Corporación Whirpool inició la fabricación de lavadoras de motor eléctrico en el estado de Michigan y, en 1947, hizo historia al diseñar la primera lavadora automática.

Poco después se empezaron a producir las primeras lavadoras automáticas europeas y muy pronto sus ventas se dispararon. A esto siguieron varias innovaciones como los ciclos de lavado para las nuevas telas y el uso de botones en vez de perillas. Desde 1950, han ocurrido pocos cambios en la manera en que funcionan las lavadoras de ropa.

La tecnología nos ha llevado lejos de las piedras del río, permitiéndonos inclusive escoger el ciclo adecuado para lavar “ropa delicada” o “planchado permanente”, entre otras opciones.
Hoy en día las lavadoras disponen de micro controladores y microprocesadores extremadamente potentes, e incluso algunas marcas han incluido técnicas de programación basadas en "lógica difusa" en sus lavadoras, aunque el número de variables y la potencia de dicha lógica es muy reducida, pero sus aplicaciones para programar el lavado son muy eficientes, permitiéndole a las personas utilizar su tiempo en otras cosas y no ocuparse del lavado como la ardua tarea que era.
Antes de que se conociera el jabón (cuyas primeras referencias datan del tercer milenio a.c.), la gente limpiaba su ropa golpeándola contra las rocas y remojándola en los ríos y arroyos. También se usaba la arena como abrasivo para sacar la suciedad. 

En 1797 se inventó lo que se denominó “el lavadero”, que consistía en una tabla de piedra para restregar las prendas de ropa, sin tener que ir al río. Este sistema aun se utiliza en la actualidad para el lavado manual de la ropa, aunque mucho más modernizado.

En 1851, James King, minero y carpintero californiano, abrió la primera “lavandería” y, patentó una máquina con un cilindro incorporado, que era capaz de lavar doce camisas y era impulsada por diez burros, lo cual resultaba sumamente costoso.

En 1874, William Blackstone, un fabricante de sembradoras de maíz en Indiana, Estados Unidos, construyó una máquina que removía y enjuagaba la suciedad de la ropa, consistente en una cubeta de madera con una pieza plana que se movía hacia adelante y atrás con una manivela conectada a unos engranajes. Esta máquina fue diseñada para el hogar, lo que la hizo más importante y, actualmente, continúa fabricando lavadoras en Nueva York. 

A partir de ese momento, se despertó un gran interés por este tipo de artilugios y, en 1875 había registradas más de 2.000 patentes para diversos artefactos para lavar, aunque no todas resultaron de utilidad. 

Las primeras lavadoras eran impulsadas a mano, con el uso de ruedas, bombas manuales y otros artefactos, pero fue a principios del siglo XX, cuando se empezaron a usar motores de vapor o gasolina.

En 1908 apareció, por primera vez, una lavadora eléctrica, inventada por Alva Fisher y fabricada en Chicago. Era una máquina cilíndrica, con una tina galvanizada y un motor eléctrico.

La Compañía Maytag, que en un principio fabricaba maquinaria agrícola, se dedicó exclusivamente a la fabricación de lavadoras y en 1919, fabricó la primera lavadora de aluminio y, dos años después, Howard Snyder inventó un sistema para impulsar el agua a través de la ropa mediante un agitador, en vez de arrastrar a la ropa a través del agua. Este sistema es el que comúnmente se utiliza.

A mediados de los años treinta, John Chamberlain diseño una máquina que lavaba, enjuagaba y exprimía la ropa en una sola operación, lo cual significó una de las más significativas mejoras en la fabricación de lavadoras. 

La Corporación Whirpool inició la fabricación de lavadoras de motor eléctrico en el estado de Michigan y, en 1947, hizo historia al diseñar la primera lavadora automática.

Poco después se empezaron a producir las primeras lavadoras automáticas europeas y muy pronto sus ventas se dispararon. A esto siguieron varias innovaciones como los ciclos de lavado para las nuevas telas y el uso de botones en vez de perillas. Desde 1950, han ocurrido pocos cambios en la manera en que funcionan las lavadoras de ropa.

La tecnología nos ha llevado lejos de las piedras del río, permitiéndonos inclusive escoger el ciclo adecuado para lavar “ropa delicada” o “planchado permanente”, entre otras opciones.
Hoy en día las lavadoras disponen de micro controladores y microprocesadores extremadamente potentes, e incluso algunas marcas han incluido técnicas de programación basadas en "lógica difusa" en sus lavadoras, aunque el número de variables y la potencia de dicha lógica es muy reducida, pero sus aplicaciones para programar el lavado son muy eficientes, permitiéndole a las personas utilizar su tiempo en otras cosas y no ocuparse del lavado como la ardua tarea que era.

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